Una mujer sale por la noche, bebe tres caipiriñas y termina ciega por completo: “Me envenenaron”
Superar los límites de metanol aceptados por el organismo puede tener consecuencias devastadoras. Es el caso ocurrido en São Paulo, donde una mujer brasileña de 43 años se despertó privada de ...
Superar los límites de metanol aceptados por el organismo puede tener consecuencias devastadoras. Es el caso ocurrido en São Paulo, donde una mujer brasileña de 43 años se despertó privada de la vista tras una noche en la que únicamente consumió tres caipiriñas en un bar, según detalló Globo. El análisis médico reveló que la concentración de metanol en sangre superaba el 400%, cifra que excede ampliamente el umbral del 150% capaz de causar daños irreversibles. Su vida, claro está, se ha visto transformada por completo: “Cosas que antes hacía de manera automática se han convertido en pruebas difíciles”, ha confesado la afectada al mismo medio.
La información publicada sobre la rápida evolución del cuadro clínico señala que al principio la mujer experimentó náuseas, desorientación y mareos después de ingerir la bebida. La gravedad de la situación obligó al equipo médico a intubarla y a inducirle un coma para estabilizarla. Diez días después de estos hechos, los médicos comunicaron el diagnóstico: intoxicación por metanol, un tipo de alcohol industrial extremadamente tóxico que, en ocasiones, se usa de manera ilegal para aumentar la graduación de las bebidas.
Este suceso ha motivado una petición firme de justicia por parte de la víctima, quien ahora demanda explicaciones y sanciones contra el establecimiento en el que se produjo el consumo. “Me envenenaron. Y otros siguen siendo envenenados”, ha reclamado, dejando constancia de su preocupación sobre la posible afectación a otras personas y la posible negligencia o mala práctica en la fabricación de bebidas alcohólicas.
Los riesgos del metanolEl metanol, prohibido por ley en bebidas destinadas al consumo humano, puede encontrarse ocasionalmente en licores artesanales, bien debido a procesos defectuosos de destilación o por su adición deliberada como método ilícito para reducir costos. La dificultad para identificar la presencia de metanol radica en su olor, que apenas se distingue del etanol, el alcohol consumible común. Estos factores incrementan el riesgo de que casos semejantes continúen ocurriendo, según la información recogida por Globo.
Y es que Brasil enfrenta una crisis por este tema, que ha generado alerta entre las autoridades de varios estados, tras confirmarse dos muertes y abrirse más de 200 investigaciones por posibles intoxicaciones derivadas del consumo de estos licores alterados en las últimas semanas.
“El metanol, conocido también como alcohol de madera, suele emplearse para adulterar bebidas alcohólicas con fines de reducción de costos, lo que trae consecuencias devastadoras para la salud”, ha explicado a Infobae América el médico toxicólogo Carlos Damin, presidente de Fundartox y profesor de Toxicología en la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires. “Por desgracia, estas prácticas las llevan adelante empresas clandestinas, debido a que el alcohol metílico es más barato que el etílico”.
Los episodios de mayor gravedad se dan en el contexto de la manipulación de destilados por organizaciones ilícitas, que introducen residuos industriales en la cadena alimentaria para abaratar costes, exponiendo así a la población a severos riesgos sanitarios. Los productos más afectados suelen ser bebidas de bajo costo o vendidas en circuitos informales, donde la trazabilidad del origen es poco fiable.