Sebastián Caicedo habló de su nuevo propósito de vida y reveló que ya no depende de la actuación: “No persigo ni fama, ni dinero”
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Sebastián Caicedo, con una trayectoria de 25 años en cine, series y telenovelas en Colombia, México y Estados Unidos, ha decidido dejar de depender económicamente de la actuación.
El actor caleño, actualmente radicado en Medellín, anunció que ha rechazado propuestas televisivas recientes, entre ellas, la participación en el popular reality La casa de los famosos.
Ahora, Caicedo prioriza su fe, su familia y sus proyectos empresariales, lo que marca una nueva etapa en su vida profesional y personal.
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La decisión de Caicedo de alejarse de la televisión y descartar ofertas laborales tanto en Colombia como en el extranjero responde a un proceso de transformación personal y espiritual iniciado hace tres años, tras atravesar una crisis profunda.
“No me importa el valor que me paguen, en este momento, no persigo ni fama, ni dinero, persigo realmente un propósito”, afirmó el actor en declaraciones recogidas por la revista Vea.
El también empresario sostuvo que su bienestar actual proviene de haber dejado atrás la ansiedad por figurar y de confiar en los tiempos de Dios.
Ha recibido propuestas de México, de Telemundo en Estados Unidos y de producciones nacionales, pero ha optado por no aceptarlas, ya que no se alinean con sus valores y prioridades actuales.
El cambio de rumbo de Caicedo está estrechamente vinculado a su conversión al cristianismo, experiencia que describe como el resultado de un “gran desierto” personal.
Desde entonces, ha orientado sus decisiones profesionales y personales hacia lo que considera su verdadero propósito.
Hace ocho meses contrajo matrimonio con Juliana Diez, empresaria cristiana, con quien comparte la vida familiar y nuevos emprendimientos.
La estabilidad económica lograda a lo largo de su carrera y su enfoque ahorrativo le han permitido dedicarse a negocios propios y abrir una nueva marca junto a su esposa, sin la presión de depender de la actuación para su sustento.
Caicedo ha asumido el rol de embajador del Festival Internacional de Cine Cristiano de Bogotá (FICCBOG), cuya sexta edición se celebra del 2 al 6 de septiembre en la capital colombiana.
Sebastián Caicedo aclaró si dejará de lado la actuación para dedicarse a la religiónEl actor considera este nombramiento como una respuesta a sus oraciones y un paso más en su deseo de servir a través de sus talentos.
“Ser embajador es solo el primer paso, es darme cuenta que las promesas de Dios sí se cumplen”, expresó al referirse a su participación en el festival, que inauguró el 29 de agosto.
Además de su labor como embajador, Caicedo regresa a la pantalla como la voz de Pedro en la película animada Jesús la luz del mundo, cuyo estreno está previsto para la próxima semana.
Este proyecto, alineado con sus convicciones, representa para él una oportunidad de transmitir mensajes edificantes y de contribuir a producciones que reflejen sus valores.
A pesar de su distanciamiento de la televisión convencional, Caicedo no descarta volver a actuar en el futuro, siempre que los papeles o proyectos estén en sintonía con sus principios.
Explicó que, aunque disfruta interpretar personajes complejos, ahora solo aceptaría aquellos que le permitan ser “luz en la oscuridad” y que tengan un impacto positivo. Sobre realities como La casa de los famosos, fue enfático al señalar que no los acepta porque “va en contra de mis valores” y porque no considera que su participación aporte a su crecimiento personal ni al de los demás.
En cuanto a su pasado, el actor manifestó que su único arrepentimiento es no haberse acercado antes a Dios, aunque reconoce que todos cometen errores y que lo fundamental es aprovechar las segundas oportunidades. En el plano familiar, Caicedo y su esposa anhelan ampliar la familia y esperan que ese momento llegue cuando corresponda.
Al reflexionar sobre su papel en la película animada, Caicedo comparó su propio recorrido vital con el de Pedro, destacando que, tras haber estado perdido, ahora se siente llamado a compartir su testimonio y a inspirar a otros a través de su experiencia.