Inconsistencias en el discurso de Daniel Quintero aumentan dudas sobre su retiro de la consulta del Pacto Histórico
Un nuevo episodio de incertidumbre se suma al proceso electoral del Pacto Histórico con la repentina decisión de Daniel Quintero de retirarse de la consulta presidencial. Aunque el exalcal...
Un nuevo episodio de incertidumbre se suma al proceso electoral del Pacto Histórico con la repentina decisión de Daniel Quintero de retirarse de la consulta presidencial.
Aunque el exalcalde de Medellín aseguró que nunca autorizó su inscripción por parte del Polo Democrático, la Unión Patriótica y el Partido Comunista, sus declaraciones anteriores y sus propios actos públicos exponen inconsistencias difíciles de ignorar.
La controversia estalló tras una carta enviada el 15 de octubre al registrador Hernán Penagos, en la cual Quintero formalizó su renuncia. En esta misiva afirmó: “Cuando presenté mi inscripción, lo hice bajo reglas claras y acordadas entre los precandidatos. Sin embargo, el proceso ha sufrido un cambio sustancial de reglas, pues ahora se ha transformado en una consulta interpartidista, lo que altera por completo las condiciones jurídicas y políticas bajo las cuales asumí el compromiso de participar”.
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Estas palabras pretendían justificar su salida con base en un supuesto cambio de naturaleza en la consulta. No obstante, esta versión choca con hechos verificables que el líder político paisa Daniel Quintero no logra explicar con claridad.
La renuncia que cambió el rumbo de la consultaEl 8 de octubre, apenas una semana antes de su retiro, el registrador delegado en lo Electoral, Jaime Hernando Suárez, ofreció detalles concretos sobre el proceso de inscripción de los candidatos. Según informó, la consulta fue solicitada formalmente por los partidos Colombia Humana, Polo Democrático, Unión Patriótica y Comunista Colombiano, todos pertenecientes al Pacto Histórico. Ese mismo día, se confirmó que la inscripción se realizó dentro de los plazos legales y con conocimiento de los interesados.
El video que pone en duda su versiónPero el punto que más complica el relato de Quintero es que justo el 8 de octubre, cuando el registrador ratificaba el proceso, el propio precandidato publicó un video en su cuenta oficial de X, en la que explicaba cómo votar por él en el tarjetón.
En esa grabación dijo: “¿Quiénes pueden votar la consulta del Pacto Histórico el próximo 26 de octubre? Todos y todas las colombianas en su puesto habitual de votación. Si es con Petro, es con Quintero. Vamos a resetear la política en Colombia”.
Ese mensaje contradice directamente su posterior argumento de que no sabía que formaba parte de una consulta interpartidista o que lo habían inscrito sin autorización. La publicación demuestra conocimiento y aceptación del proceso tal como estaba planteado, lo que deja en evidencia un discurso que cambia según la coyuntura política.
Además, en su carta del 15 de octubre, Quintero intentó atribuir su salida a una supuesta inseguridad jurídica; afirmó que la pregunta del tarjetón estaba mal redactada y denunció que el Consejo Nacional Electoral prohibió el uso del logo del Pacto Histórico.
Aunque esas observaciones podrían tener relevancia técnica, ninguna se presentó de forma pública con antelación. Tampoco hay constancia oficial de una solicitud formal para reimprimir los tarjetones que sustente su argumento.
La Registraduría, por su parte, fue enfática en señalar que no existe ninguna suspensión judicial sobre la consulta, y que los partidos ratificaron su decisión de llevarla a cabo en los términos establecidos. La institución también reiteró que el proceso sigue en marcha y que se mantiene la fecha del 26 de octubre para la jornada electoral.
Lo que despertó mayores cuestionamientos es la forma en que Daniel Quintero pasó de ser uno de los principales impulsores de la consulta a convertirse en su crítico más severo en menos de una semana. Esto llevó a que distintos sectores comenzaran a especular sobre las verdaderas razones detrás de su renuncia.
Algunos sostienen que busca posicionarse para una futura candidatura en el Frente Amplio en marzo de 2026 y que esta salida anticipada sería una estrategia para evitar quedar inhabilitado.
El hecho de que acuse a otros partidos de inscribirlo sin consentimiento, cuando él mismo promovía su candidatura dentro del mismo mecanismo, genera un vacío de coherencia que pone en entredicho su credibilidad. Además, no existe prueba pública de que se haya opuesto formalmente a la inscripción al momento de realizarse, ni tampoco hay evidencias de que haya elevado protestas antes de que el proceso fuera ratificado oficialmente por la Registraduría.