“Durante años traté de agradar a todos”: Ryan Reynolds reveló cómo la paternidad y Deadpool lo ayudaron a aceptarse a sí mismo
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Ryan Reynolds, reconocido por su ingenio en la pantalla y su sinceridad fuera de ella, encontró en la figura de John Candy y en su propio recorrido como Deadpool una fuente de autoconocimiento y aceptación personal.
En una conversación realizada durante el podcast On Film…With Kevin McCarthy Podcast en YouTube, el actor explicó de qué manera crear el documental John Candy: Yo me gusto y su experiencia como el antihéroe de Marvel lo ayudaron a aprender a quererse y abordar los desafíos de la salud mental de forma abierta.
La búsqueda de la autenticidad y la influencia de John CandyEl actor recordó que, intentó adaptarse a las expectativas de otros, asumiendo diferentes personalidades: “A los 20 años, si hablaba con alguien con cierto tono o actitud, me encontraba reflejándolo”, confesó. “Durante años traté de agradar a todos”, agregó.
Sin embargo, la llegada de la paternidad y el paso del tiempo consolidaron su identidad: “El mejor superpoder que puedes tener es saber quién eres”, afirmó. Tras leer críticas opuestas sobre sí mismo, comprendió que ninguna definía su verdad: “Ambas son válidas desde su perspectiva, pero no son mi historia”.
La influencia de John Candy, protagonista del documental coproducido junto a Colin Hanks, fue esencial en este proceso. El filme, que se estrenó en Amazon Prime Video el 10 de octubre, reúne testimonios de personalidades como Dan Aykroyd, Bill Murray, Macaulay Culkin, Catherine O’Hara y Cynthia Erivo.
El documental explora el legado artístico de Candy, y también su humanidad y las dificultades personales que enfrentó. “John Candy era un actor total porque era una persona total”, remarcó Reynolds citando a Mel Brooks, subrayando la autenticidad y empatía del emblemático comediante canadiense.
Durante la producción, Reynolds observó paralelismos entre su vida y la de Candy: ambos tendían a complacer a los demás y enfrentaban dificultades para establecer límites. “Ambos sobrefuncionábamos”, reconoció.
Añadió que la industria del entretenimiento resulta particularmente exigente para quienes buscan agradar a todos. “La industria es difícil para los complacientes, y eso es aplicable a cualquier campo”, señaló Conan O’Brien en una de las citas compartidas por Reynolds.
Deadpool: autenticidad, riesgo y transformación personalLa experiencia con Deadpool definió un antes y un después en la carrera y vida personal de Reynolds. Tras el fracaso de Linterna Verde, decidió tomar el control de su destino creativo. “Si voy a fracasar, prefiero ser el arquitecto de mi propia caída que un simple pasajero”, relató en el podcast de YouTube.
La falta de recursos en la primera película de Deadpool lo empujó a intervenir en todas las áreas: negoció con proveedores, reinvirtió parte de su salario y supervisó detalles clave de la producción.
Esta etapa le enseñó el valor de la autenticidad y el trabajo en equipo, y lo ayudó a transformar el humor, antes un mecanismo de defensa, en una herramienta útil para gestionar la ansiedad. “No puedes ser bueno si no estás dispuesto a ser malo”, aconseja a los jóvenes actores, invitándolos a experimentar y aprender de los tropiezos.
Salud mental, paternidad y legadoLa salud mental ocupa un lugar central en la vida de Candy y Reynolds. El documental explora abiertamente los problemas de ansiedad, el peso y las dificultades emocionales que atravesó Candy, así como su impacto en la familia y el entorno laboral.
Reynolds tampoco oculta su propia batalla con la ansiedad y destaca la importancia de buscar apoyo: “La salud mental es hablar y comunicarte. Si puedes hacer eso y encuentras a alguien con quien te sientas seguro, desbloqueas muchas cosas”. Reconoció que la paradoja entre ser complaciente y priorizar el propio bienestar emocional resulta muchas veces devastadora.
La paternidad fue determinante en su proceso de autoconocimiento: “Tener hijos te galvaniza”, expresó, al explicar que criar a sus cuatro hijos le permitió aprender a jugar, gestionar emociones intensas y mantener la perspectiva adecuada.
Esta transformación se refleja directamente en su trabajo, donde autenticidad y vulnerabilidad se convirtieron en señas de identidad.
Colaboraciones, arte y la huella de la autenticidadJohn Candy: Yo me gusto destaca por la riqueza de sus colaboraciones y testimonios. Además de entrevistas con figuras históricas de la comedia, la aportación de Cynthia Erivo aporta una dimensión emocional única.
Reynolds relató en el podcast que, después de una conversación informal, Erivo le envió una nota de voz interpretando Every Time You Go Away. Finalmente, la canción fue grabada para el cierre del documental.
“Cynthia Erivo es, en mi opinión, la persona más talentosa de la industria”, elogió, subrayando su capacidad de transmitir esperanza y tristeza en una misma interpretación.
Durante la charla en On Film…With Kevin McCarthy Podcast, Reynolds reflexionó sobre cómo el cine y sus artistas trascienden el tiempo, transformándose en sitios y emociones a los que el público puede regresar.
“A veces, una película se convierte en un refugio, en una emoción que permanece”, expresó, convencido de que la verdadera medida del éxito radica no en la fama, sino en la capacidad de preservar la integridad y la empatía lejos de la mirada pública.
Al rememorar el legado de Candy, resaltó el homenaje póstumo que recibió el actor: cuando la autopista 405 de Los Ángeles se cerró para su cortejo fúnebre y los policías saludaron a su paso.
Para el actor, Candy encarna hoy un refugio emocional y una memoria a la que siempre se puede regresar, una prueba viva de la huella que la autenticidad y la generosidad pueden dejar en la vida y el arte.