Boom artístico en Tokio: nuevas galerías, ferias y colecciones únicas apuestan por el mercado japonés
El reciente impulso de Tokio para consolidarse como epicentro del ...
El reciente impulso de Tokio para consolidarse como epicentro del mercado del arte en Asia ganó fuerza con la llegada de la galería internacional Pace Gallery, la única mega-galería con sede en la ciudad, y el éxito sostenido de la feria Tokyo Gendai.
Mientras otros centros regionales mostraron retrocesos, el mercado japonés evidenció crecimiento y la capital nipona busca atraer a galerías y coleccionistas internacionales, según reportaron medios locales.
En primer lugar, Kyoko Hattori, vicepresidenta de Pace Japan, expresó a Japan Times su ambición de que “Tokio sea el centro del arte en Asia”.
Esta meta tomó visibilidad tras la apertura de la sede de Pace en el lujoso desarrollo Azabudai Hills, valorado en USD 4.000 millones.
Asimismo, el lanzamiento de Tokyo Gendai en 2023 incrementó la atención de la prensa y de coleccionistas internacionales, lo que señaló un punto de inflexión para la escena local.
Por su parte, Sundaram Tagore, galerista con presencia en Nueva York y participante relevante de la última edición de Tokyo Gendai, afirmó a Nikkei que la llegada de Pace funcionó como “una referencia para otras galerías” interesadas en expandirse hacia Japón.
Por otro lado, datos recientes del UBS Art Basel Art Market Report, citados por Japan Times, detallaron que el mercado global del arte cayó un 12% el año pasado, mientras Japón experimentó un crecimiento del 2%.
En el mismo periodo, China (incluido Hong Kong) y Corea del Sur sufrieron descensos del 31% y 15%. Sin embargo, a pesar de este comportamiento positivo, el volumen japonés permaneció modesto: Japón y Corea sólo aportaron el 1% de las ventas globales de arte por valor, frente al 15% de China.
En cuanto a la transformación del coleccionismo japonés, cabe destacar que en los años 80, compradores nipones adquirieron obras occidentales a precios extraordinarios, pero la tendencia actual mostró un enfoque más prudente y menos especulativo.
Marc Glimcher, presidente de Pace, explicó a Japan Times que Tokio evitó los excesos especulativos que dominaron el mercado tras la pandemia. Hattori sumó que los coleccionistas japoneses “se centran menos en el valor de inversión” y el proceso de compra resulta “menos transaccional”, lo que favorece colecciones diversas y personales.
De acuerdo con la directiva, “si les ofrecemos obras globales y de alta calidad, muestran mucho entusiasmo por adquirirlas”, aunque su interés se orienta más hacia el disfrute del arte que a la dinámica social de las ferias.
Además, Tagore percibió una respuesta sólida del público japonés ante propuestas internacionales en Tokyo Gendai y consideró que la audiencia local conecta cada vez más con el circuito global del arte.
A pesar de este dinamismo, Tokio afronta obstáculos estructurales significativos. Uno de los principales retos es la fiscalidad: aunque galerías y ferias internacionales pueden acogerse actualmente a un régimen de puerto libre que difiere el pago del impuesto del 10% sobre obras importadas hasta su venta, la carga fiscal se mantiene como una preocupación, según Nikkei.
El gobierno japonés reconoció la necesidad de reformas para estimular la inversión y el consumo de arte. Un informe del Ministerio de Economía, Comercio e Industria, citado por Japan Times, promueve el arte como un motor de reestructuración industrial.
De igual forma, Glimcher consideró ante que, si Japón logra atraer a más galerías y el gobierno facilita tanto los trámites fiscales como los logísticos, Tokio podría consolidarse como una ciudad clave en el ámbito artístico internacional.
Finalmente, la competencia regional se intensificó. Art Basel y Frieze anunciaron nuevas ferias en Qatar y Abu Dhabi, mientras que Pace y Perrotin cerraron sus sedes en Hong Kong, lo que apuntó a una reconfiguración del mapa artístico asiático.
En este contexto, Hattori reconoció la incertidumbre sobre la capacidad de las grandes galerías internacionales para mantener operaciones simultáneas en Hong Kong, Seúl y Tokio. Así, queda abierta la cuestión sobre el verdadero potencial de la capital japonesa para liderar el mercado del arte en Asia.