Así puedes hacer un ambientador casero: cuesta menos de 3 euros (o un viaje a la despensa)
No hace falta comprar un ambientador para ...
No hace falta comprar un ambientador para aromatizar las estancias del hogar: se puede fabricar uno casero con un método sencillo para llenar la casa de un olor a especias y fruta con una lista de ingredientes que no llega a los tres euros.
La propuesta parte de la mezcla de piel de naranja, canela y clavo aromático. Estos elementos, comunes en las recetas de postres y bebidas calientes, se convierten en el eje de una fragancia cálida, persistente y fácilmente reconocible, muy asociada al otoño.
Cómo fabricar un ambientador en casaEl proceso es simple y rápido. Basta con reunir la piel de una naranja - sea fresca o seca -, una rama de canela o una cucharada si solo hay canela molida, un puñado de clavo aromático, una cucharadita de extracto de vainilla (opcional) y medio litro de agua. Todo se incorpora en un cazo y se lleva a ebullición. En cuanto el agua hierve, conviene bajar el fuego y dejar la mezcla a punto, soltando su aroma, durante al menos media hora. El efecto es inmediato: la casa empieza a llenarse de matices dulces y especiados que recuerdan hojas secas, tartas humeantes y el ambiente de los salones cuando baja la luz.
Para quienes buscan que el aroma dure más horas o prefieren controlar la intensidad en cada habitación, el líquido que queda tras el hervor puede enfriarse y luego pasarse a un tarro de cristal con varillas de madera al estilo de los difusores comerciales, o volcarse en un pulverizador y aplicarlo donde más apetezca. El resultado es decorativo y práctico: los recipientes en los que reposa la mezcla aportan también un aire rústico a estanterías y rincones.
Si así se desea, el aroma puede hacerse más cítrico con unas pieles de limón, o más envolvente añadiendo trozos de manzana deshidratada o unas ramitas de hierbas aromáticas. La versatilidad y la sencillez de la receta animan a probar, variar cantidades y crear una variante distinta para cada ocasión.
Una de las claves del éxito de este ambientador está precisamente en que es natural, ya que no deja rastros químicos al contrario de los productos sintéticos habituales en aerosoles y difusores industriales. Al basarse en ingredientes comunes y baratos, se convierte en una fórmula económica, duradera y apta para cualquier tipo de hogar, incluidas casas con mascotas o personas con sensibilidad a los perfumes artificiales.
El hecho de que se deba hervir la mezcla puede hacer que parezca un método un tanto aparatoso, pero si se incluye en la rutina, como quien se prepara una infusión o pone la colada, no requerirá ningún esfuerzo mayor. Así, cualquiera que quiera transformar el olor de su hogar sin químicos ni productos artificiales, solo tiene que abrir la despensa y elegir los ingredientes aromáticos, sean los indicados anteriormente o algún otro, al gusto del consumidor: tan fácil como echarlos a hervir. Este ambientador casero convierte cada estación fría en una oportunidad de experimentar y renovar el ambiente de manera personal y asequible.