Las “respuestas a la gallega” de Mariano Rajoy con las que ganó las elecciones presidenciales de 2016: “Le dice lo mismo a un presidente que a un camarero”
“Cuanto peor, mejor para todos”. “Es el vecino el que elige al alcalde y es el alcalde el que quiere que sean los vecinos el alcalde”. “Somos sentimientos y tenemos seres humanos”. Poca...
“Cuanto peor, mejor para todos”. “Es el vecino el que elige al alcalde y es el alcalde el que quiere que sean los vecinos el alcalde”. “Somos sentimientos y tenemos seres humanos”. Pocas figuras de la política española han dejado un repertorio de frases tan características como las del expresidente Mariano Rajoy. Son “respuestas a la gallega”, como define el propio popular en La última llamada, la serie de Movistar Plus+ estrenada este pasado jueves 16 de octubre, donde los cuatro últimos presidentes del Gobierno recuerdan sus mejores y peores momentos de sus respectivas legislaturas.
“Si hay una agencia o alguien que dice que este fin de semana vamos a pedir el rescate, como dicen ellos, caben dos posibilidades: que esa agencia tenga razón y mejor información que yo, lo cual es muy posible, o que no sea así, lo cual también es posible o no. Qué más da”, dijo Rajoy en la Conferencia de Presidentes que tuvo lugar en 2012, para comentar en el documental que esta fue un ejemplo de su “respuesta a la gallega”, como él mismo define. “Son unas respuestas a las que yo les doy mucho valor. No está escrito en ningún sitio que no sean ni las mejores ni las peores”, argumenta el popular.
Un cambio de paradigma a mitad de la década pasadaDetrás de su retórica, el expresidente del Gobierno acabó construyendo una marca personal basada en su característica forma de hilar las frases, sumado a su “torpeza”, que, según sus asesores, le ayudó a ganar de nuevo las elecciones de 2016.
“El año 2014 es el fin de la sequía electoral”, recuerda Andrés Medina, asesor de Rajoy durante su etapa en el poder. “España se empieza a recuperar, pero la sociedad anda huérfana de representación política”, añade, en referencia al nacimiento del partido fundado por Pablo Iglesias, Podemos, así como la irrupción de Ciudadanos y Albert Rivera en el panorama nacional, cuyo panorama se completaba con el actual líder socialista Pedro Sánchez. “Empezaban a llegar jóvenes, guapos, que hablaban bien y sin papel”, recuerda Medina. Eso le pasó factura. “En veinte días, el presidente había envejecido veinte años en la foto institucional”, admite Abelardo Bethencourt, director de gabinete del jefe de gabinete del Presidente entre 2012 y 2018.
Ante ese panorama, su equipo decidió apostar por lo evidente: no disimular lo que era. “Si Rajoy es un opositor, hay que vender un opositor. Si Rajoy camina, hay que vender que camina”, se explica en el documental. De esa idea nació la frase que Bethencourt define como: “Let Rajoy be Rajoy” (Dejemos que Rajoy sea Rajoy, en español). “Este señor no es como los otros y no hay que disfrazarlo”, señala este último.
“Rajoy tenía una cosa que los otros no: una autenticidad contrastada”, añade Medina “Los españoles podían abrazar sus imperfecciones: que se equivoca al hablar, que anda de una manera peculiar... pero es como es”. “Es un torrente de autenticidad que podía parecer de español medio o de cuñao”, añade, “pero de alguna manera humanizaba al presidente”. “Rajoy es una persona que cuando habla con otro, dice lo mismo a un presidente de la República que a un camarero”.
Ajeno a la vanidad, Rajoy resume su propio retrato con una de sus frases más recordadas: “Como todo el mundo sabe tengo miles de defectos, pero hay uno que no tengo: no soy vanidoso.”
Esa es una de las tesis del documental La última llamada, la serie de Movistar Plus+ que se estrena este jueves 16 de octubre. Dirigida por Álvaro de Cózar y producida junto a Kowalski Films, Feelgood Media y True Story, la docuserie se pregunta si “es posible ponerse en los pies de un gobernante o si es algo intransferible que solo puede entender quien ha estado ahí”. Los cuatro episodios —dedicados a Felipe González, José María Aznar, José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy— reconstruyen desde dentro las cuatro décadas más recientes de la historia política española y revelan el lado humano del poder.