Irlanda aprobó de manera definitiva un ingreso básico para músicos, artistas y trabajadores creativos. El programa, conocido como Basic Income for the Arts (BIA), fue anunciado por el ministro de Cultura, Patrick O’Donovan y será implementado oficialmente a partir del presupuesto de 2026.
Quienes se beneficien percibirán una suma de 325 euros mensuales —aproximadamente USD 350 al mes—, con el objetivo de asegurar estabilidad económica a quienes dedican su vida al arte.
El programa representa una política moderna e innovadora que reconoce el valor estratégico de la cultura y la creatividad, sectores tradicionalmente vulnerables en términos económicos. Así, el país no solo apuesta por la sostenibilidad del arte, sino que también busca contrarrestar los desafíos que enfrentan los trabajadores culturales en su día a día.
Un modelo innovador de apoyo al sector artísticoDesde escritores como James Joyce y Samuel Beckett hasta músicos de renombre internacional, como Bono y la banda U2, el país ha jugado un papel relevante en el escenario artístico global.
Bajo este contexto, aparece el Basic Income for the Arts que se comenzó a diseñar en 2022 con el objetivo de formar un proyecto piloto, cuyos resultados han sido decisivos para su adopción permanente. Inicialmente, el programa beneficiará a 2.200 personas vinculadas al sector artístico, aunque RTÉ, la radio pública irlandesa, informó que podrían sumarse otros 200 participantes si se asignan fondos extra, lo cual plantea un horizonte de expansión en el futuro.
Los pagos se realizarán de forma mensual y el ingreso será tributable, sin interferir con otros beneficios sociales. Este diseño permite a los beneficiarios acceder a un sostén financiero estable mientras permanecen integrados en la red de seguridad social existente.
Según el propio ministro Patrick O’Donovan, la finalidad principal del programa consiste en combatir la inestabilidad económica que afecta de manera crónica a los trabajadores creativos, permitiéndoles dedicar más tiempo y energía a su producción artística.
“Llevaré al gobierno un esquema sucesor con la intención de consolidar un ingreso básico permanente para el sector cultural”, afirmó O’Donovan. El funcionario considera que el programa representa “la envidia del mundo y un logro tremendo para Irlanda", por lo que se plantea el reto de lograr que sea una medida sostenible y resistente al paso del tiempo.
Un resultado más que positivoEl proyecto piloto contó con un grupo de control, lo que permitió analizar con precisión sus efectos. Los datos arrojaron dos resultados clave: una reducción considerable del estrés financiero y un notable aumento en la productividad artística de los participantes. Además, el esquema contribuyó a fortalecer la confianza de los artistas en su futuro profesional, iniciando un círculo virtuoso que redundará en mayor calidad y volumen de obras culturales.
Este avance se produce en un contexto complejo para el arte y la vida nocturna en Irlanda. Un estudio reciente de Give Us The Night reveló que el número de clubes nocturnos ha disminuido un 84% en los últimos 25 años, pasando de 522 locales en el año 2000 a solo 83 en la actualidad. Las causas de este declive responden a la persistencia de leyes obsoletas y a la presión ejercida por factores económicos adversos, lo que ha golpeado especialmente a quienes dependen de la música y el entretenimiento en vivo.
La aprobación de este ingreso básico redefine el compromiso de Irlanda con su clase artística, otorgándole herramientas esenciales para sostenerse y desarrollarse a largo plazo.
No obstante, a pesar de estos logros, la realidad cotidiana de los trabajadores del arte irlandés ha estado marcada por formas de empleo precario y falta de reconocimiento, tanto social como económico. Al instaurar el BIA, el gobierno envía una señal clara sobre la centralidad de la cultura en sus políticas públicas, estableciendo un estándar innovador que podría ser replicado internacionalmente.