Generales

6 rasgos que delatan a una pareja coercitiva y estrategias para recuperar el control, según una psicoterapeuta

Las relaciones pueden ocultar ...

Las relaciones pueden ocultar conductas dañinas que se manifiestan de forma sutil y progresiva. La coerción es una dinámica difícil de identificar, pero su impacto afecta profundamente la autoestima y la confianza de quien la padece.

Según Leah Aguirre, psicoterapeuta radicada en San Diego, este patrón no se limita únicamente a parejas románticas; también puede aparecer en relaciones familiares, en amistades e incluso en el ambiente laboral.

Aguirre cuenta con más de 10 años de experiencia ayudando a personas a superar traumas y relaciones abusivas. Su vivencia personal con una pareja coercitiva le otorga una perspectiva que facilita la identificación de patrones que suelen confundirse con cuidado o atención.

“Es algo que pasa todos los días y en cosas muy concretas. Puede ser cómo lavas los platos o cómo organizas la ducha. Si se te cae algo, te hacen sentir torpe o desconsiderado. Por sí solo no parece grave, pero con el tiempo se va acumulando hasta que te encuentras en una situación complicada”, explicó Aguirre a The Telegraph.

Coerción: definición y dinámica

La coerción consiste en modificar la forma de pensar y percibir la realidad de otra persona, con el objetivo de ejercer control. La profesional consultada por The Telegraph la compara con la pertenencia a una secta: el manipulador distorsiona la visión del mundo de la víctima y su relación con el entorno para facilitar la dominación.

Este comportamiento puede surgir tanto en parejas como en jefes, padres o amigos, especialmente cuando ostentan alguna forma de autoridad o confianza.

Rasgos de una pareja coercitiva

Reconocer los signos de una relación coercitiva no siempre es sencillo, ya que los comportamientos dañinos pueden aparecer de manera sutil y progresiva.

1. Aceleran la relación

Las personas coercitivas buscan establecer un vínculo rápido y profundo. Muestran gran intensidad en su interés y tienden a planificar el futuro de manera prematura, con declaraciones de amor apresuradas, mudanzas rápidas o presión para compartir cada momento.

Si se establecen límites para disminuir la frecuencia de encuentros, pueden reaccionar con culpa y argumentos para mantener el control.

2. Son posesivos

La posesividad aparece cuando la pareja desea influir sobre decisiones cotidianas o restringir las relaciones sociales. Aguirre señaló que quienes ejercen coerción pueden imponer su opinión sobre amistades, familiares o incluso sobre la vestimenta. Aunque encubran el control bajo la preocupación, el resultado es la restricción de la autonomía del otro.

3. Presionan los límites

En estas relaciones, los límites del otro no se respetan. Frases como “supongo que no me amas” o “si realmente te importara, harías esto” buscan inducir culpa y cambiar la conducta de la víctima. La presión inicia de manera sutil y va aumentando hasta afectar distintos aspectos de la vida cotidiana.

4. Tienen creencias rígidas

Estas personas aplican reglas absolutas y muestran un pensamiento inflexible en las relaciones. Intentan imponer normas sobre amistades, comportamientos o decisiones personales, utilizando “ultimátums” como mecanismo de control. La falta de flexibilidad y empatía emocional es característica de estas relaciones.

5. Demuestran exceso de confianza

El control se manifiesta mediante una actitud de superioridad y autoridad sobre la pareja. Intervienen en hábitos, decisiones y rutinas cotidianas.

Aguirre aclaró en diálogo con The Telegraph que “Generalmente hay una sensación de ego inflado y cierta soberbia, no narcisismo, sino de ‘yo sé más y así es como veo el mundo’”.

6. Vivir con cuidado para no provocar conflictos

En las relaciones coercitivas, la persona afectada siente que debe controlar cada palabra y acción para evitar discusiones. Esto genera autocensura y pérdida de autenticidad.

Aguirre explicó: “Aprendes que, para mantener a esa persona feliz, hay que evitar los conflictos. Eso refleja una relación coercitiva, si te traicionas de manera constante y dejas de ser tú mismo por temor a las consecuencias”.

Estrategias para salir del control

Aguirre recomendó buscar espacios de distancia y reflexión donde sea posible analizar la relación sin la influencia directa del manipulador. Mantener una comunicación abierta con amigos y familiares facilita obtener perspectivas externas y evita el aislamiento, rasgo típico de estas dinámicas.

Otra estrategia consiste en establecer plazos para observar cambios en la conducta de la pareja. Aunque puede haber modificaciones, Aguirre advirtió que suelen ser superficiales. Hizo énfasis en que “siempre tienes derecho a limitar tu empatía y compasión”.

Las relaciones saludables se caracterizan por la comunicación abierta, la autonomía de cada integrante y la responsabilidad compartida ante los conflictos. Ambas personas mantienen voz y voto en las decisiones importantes, así como su vida social y actividades personales, sin que exista conflicto ni control por parte de la pareja.

Fuente: https://www.infobae.com/tendencias/2025/10/17/6-rasgos-que-delatan-a-una-pareja-coercitiva-y-estrategias-para-recuperar-el-control-segun-una-psicoterapeuta/

Volver arriba